A veces es tan importe lo que somos como la forma en la que nos ven los demás. En el caso de empresas o negocios es la identidad corporativa. Es como la apariencia física de una persona, de un simple vistazo podemos acercarnos y confiar o salir corriendo.
Hoy en día se habla mucho de “construir marca” y no es por nada. La imagen corporativa va mucho más allá de un simple ícono, o de la opinión que nos den los demás. La marca es algo subjetivo porque es la manera en la que el individuo verá a la empresa, por eso, es tan importante trabajarla adecuadamente, para que lo que se quiere transmitir sea realmente lo que se perciba.
¿Cómo conseguir una buena imagen corporativa?
Realmente no es sencillo, entran en juego infinidad de factores, pero lo fundamental es conocernos bien y conocer a quién nos dirigimos. A partir de ese aspecto fundamental, hay que empezar a trabajar cuestiones de relevancia:
- Logotipos: todos hemos visto como los logos de empresas han ido evolucionado ¿Cuestión de estética? No, va mucho más allá. Todo, absolutamente todo, está estudiado, desde los colores hasta las formas, la tipografía o incluso la posición que ocupan en el espacio. Es algo absolutamente subconsciente, pero influye en la manera en que percibimos la realidad.
- Diseño web o publicitario: hay infinidad de elementos que ayudan a transmitir esa idea o ese espíritu de la empresa, desde fotografías a elementos audiovisuales de todo tipo. Dicen que la primera imagen es la que cuenta, y a veces es cierto.
- Lenguaje y contenidos: es fundamental, hay mil maneras de expresarse y comunicarse, hacerlo adaptándose al cliente es fundamental. Vamos a verlo con un ejemplo: una empresa dedicada a inversiones no puede transmitir seriedad si utiliza un lenguaje desenfadado. Y lo mismo se puede decir del contenido.
¿Es rentable invertir en identidad corporativa?
Siempre. Una buena identidad corporativa es la tarjeta de presentación. Si es seria y rigurosa, si transmite el espíritu de la actividad, prestigio y confianza beneficiará a la empresa en infinidad de aspectos.
Una buena imagen es reputación y es publicidad, si la imagen que se da es atractiva perdurará en la memoria de los usuarios. ¿Quién no tiene en mente algún logotipo especial? Esa es la mejor seña de identidad y la mejor campaña de marketing.
Y además, sirve para transmitir los valores del negocio o la empresa. Hay colores que trasmiten seriedad, formas que pueden dar sensaciones relacionadas con la diversión, tipografías que implican elegancia. ¿Alguien confiaría en una empresa dedicada, por ejemplo, a la organización de viajes de aventura con un logo negro y letras góticas? Seguramente no.
Trabajar en la identidad corporativa no es, por tanto, ni un lujo ni un capricho, es una necesidad.