Se le llama m-commerce y no solo es una realidad, sino que es una tendencia al alza. El uso del móvil en el comercio online ha facilitado una nueva manera de comprar. De la tienda se pasó al ordenador, y de este al móvil, más rápido, más cómodo y mucho más a mano.
Las tiendas virtuales y, en general, cualquier negocio que realice transacciones comerciales, como los bancos, se están adaptando a marchas forzadas a esta nueva forma de comercio. Pero no vale cualquier cosa, las especiales características de los dispositivos móviles obligan a que cualquier aplicación deba ser muy sencilla, con criterios de búsqueda rápidos que permitan hacer cualquier compra de manera inmediata.
Las grandes compañías ya están, incluso, dando un paso más allá, ofreciendo servicios basados en la geolocalización. La extensión del GPS permite ofrecer acciones comerciales dirigidas a los clientes según el lugar en el que se encuentren.
Un crecimiento mayor del esperado con el uso del móvil en el comercio online
El uso de los dispositivos móviles en las compras ha superado con creces incluso las previsiones más optimistas. A nivel mundial, una tercera parte de los compradores online señalan que en los últimos meses han realizado algún tipo de compra desde su móvil y lo dice un estudio patrocinado por un gigante como es PayPal.
Las cifras son realmente impresionantes. Hasta ahora se utilizaba el móvil para buscar y comparar. Pero la tendencia ahora mismo es bien distinta, según ese mismo estudio, entre 2013 y 2016 la tasa de crecimiento anual del m-commerce alcanzará nada menos que el 42%.
Necesidad de evolucionar con el mercado, incorporando móvil, tablet y cualquier dispositivo
Estas cifras no suponen más que un reto para las empresas. No solo hay que adaptarse, sino que hay que hacerlo rápido, porque uno de los principales problemas a los que se enfrentan los consumidores, son los fallos que aún presentan algunas de las aplicaciones de m-commerce.
Es más, contar con una aplicación bien diseñada y que funcione a la perfección no es más que un valor añadido para la empresa que suma puntos en lo que a confianza del cliente se refiere.
El denominado “diseño responsive” se ha convertido así en una de las claves del comercio electrónico. ¿De qué se trata? De adaptar los contenidos de una web al ancho de los diferentes dispositivos electrónicos, para facilitar no solo la visualización de los contenidos, sino también la navegabilidad por la web.
No hay elección, en lo que a comercio se refiere es adaptarse o morir, los tiempos han cambiado, las formas de comportarse también y, por supuesto, los hábitos de consumo. Y tampoco hay mucho tiempo para pensarlo, quedarse atrás en la carrera puede suponer perder oportunidades de supervivencia en un sector altamente competitivo. El uso del móvil en el comercio online, es una gran vía que hay que saber aprovechar.